DÍA II
Nos levantamos sobre las nueve de la mañana, si mal no recuerdo, y a algunos compañeros y compañeras se les pegaron las sábanas y tardamos más de lo previsto en desayunar y no pude evitar comer un desayuno a lo British. Tras esto, cogimos nuestro autobús y nos pusimos rumbo a Valencia. Durante el trayecto recogimos a un guía que nos explicó características de esta ciudad como la procedencia del murciélago (símbolo valenciano), los edificios que íbamos viendo... Pasamos frente el mercado de Colón y luego nos bajamos en otro mercado del cual, me vais a matar, pero no recuerdo el nombre. Hicimos un descanso para verlo y comprar un helado ya que somos unas "esmallás".
Tras la salida del mercado fuimos a ver la catedral por fuera y, de camino, vimos diversas horchaterías y la verdad es que me dieron unas ganas tremendas de entrar y comprarme una horchata y refrescarme entre tanto calor. Después de ver la catedral compramos, como buen turista, unos souvenirs y nos fuimos rumbo a un supermercado para comer.
Llegó la hora de la comida y nuestro hotel nos había preparado un "picinic". Con lo bien que se comía en el hotel no pensaba que el almuerzo para llevar fuera tan cutre, pero bueno...
Cogimos de nuevo el autobús y fuimos a una pedanía, creo que de Valencia, llamada El Palmar, dispuestos a dar un paseo en barca por la albufera. Aquí nos esperaba nuestro nuevo guía, Jaume, que nos acompañaría durante este trayecto. La verdad, es que fue lo que más me gustó del viaje con diferencia ya que aprendimos muchísimo sobre este lago y nos relajamos tumbándonos en la barca con la brisa y el piar de los pájaros.
Luego, volvimos al hotel y nos preparamos para ir a la playa. Estuvimos un buen rato y disfrutamos mucho aquí. Después nos arreglamos cenamos y estuvimos pingando de arriba para abajo unos cuantos mientras el resto estaba en la "discoteca" de la cual nos habíamos hartado ya esa noche. Subimos a nuestra habitación y preparamos la maletas para el último día en el que poco tengo que contaros porque estuvimos en Terra Mítica y nos lo pasamos muy bien.
Con esto el diario de mi viaje a Valencia, espero que os haya gustado y nos vemos pronto con más entradas veraniegas. ¡Hasta la próxima!
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